martes, 27 de marzo de 2012

DIME COMO BAJAS LAS ESCALERAS Y TE DIRE QUIEN ERES

   Este fin de semana hemos organizado en la estación de Chamartín el #redbullmetropipe, un espectacular evento de BMX que nos ha permitido estar en contacto con la "tribu" de los riders de BMX,  que  aunque van en bici y dan pedales, no se parecen en nada a un ciclista.

   En Last Lap tenemos la suerte de trabajar con "tribus" distintas en función al evento que organicemos, lo que me recuerda una canción de Serrat que decía: "Cada uno es cada cual y baja las escaleras como quiere". Este fin de semana, los riders de BMX bajaban las escaleras mecánicas del Metro con sus tatoos, piercings y su inseparable bicicleta, que por cierto no tiene frenos para que pese menos.

   A nuestros queridos runners, con quienes tratamos en la San Silvestre, el Derbi de las aficiones... les reconoceríamos por su reloj pulsómetro, sus zapatillas de correr y porque aprovechan el trayecto de las escaleras mecánicas para estirar los gemelos. 

   A los aficionados de eventos como el Red Bull X-Fighters, no les veríamos en las escaleras porque siempre aparcan la moto en la puerta. Pero les reconoceríamos fácilmente porque les encanta la ropa con parches publicitarios como si estuvieran patrocinados, traen el casco en la mano e incluso alguno viene al evento con una motosierra. Es una extraña costumbre, ¿verdad?.


Los "basketeros"parecen luchadores de sumo inclinándose para saludar  a su adversario. Se inclinan al pasar por cualquier puerta, lo hacen continuamente. Se han debido hacer tantos chichones con el marco de la puerta que se agachan aunque no sea necesario hacerlo. Es un especie de acto reflejo.  Los "futboleros" siempre aprovechan las escaleras mecánicas para retocar su peinado, al más puro estilo Cristiano Ronaldo.

   Pero hay  una "tribu" que nunca falta a los eventos, sean del tipo que sean. Es una "tribu" absolutamente indispensable: Los clientes.  A un cliente se le reconoce enseguida, es muy fácil. Un cliente siempre aprovecha el trayecto de las escaleras mecánicas para pedir un imposible a la agencia. 

     Nosotros, la agencia, bajamos los escalones de cuatro en cuatro para conseguir ese imposible.

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